Para este “bridal shooting” en el que tuve el placer de participar, trabajé junto al maquillador David Molina elaborando los estilismos de Míriam, la modelo.
En esta sesión de fotos buscábamos potenciar la feminidad de la novia desde diferentes versiones de maquillaje y vestuario.
Por un lado, recreamos un look romántico y natural con tonos nude y tela de encaje como protagonistas.
Por otro lado, apostamos por un look mucho más sexy, de labios rojos y traje de corte masculino muy escotado.
El peinado era el mismo semi-recogido en ambas opciones, pero tal y como se aprecia en las fotos, el efecto final cambia radicalmente entre uno y otro.